Resonando en mi camino espiritual

by Christian Franchini

Prefacio

Desde la antigüedad distintas corrientes filosóficas y místicas han hecho referencia al ¨Sonido de las Esferas”, al que únicamente es posible conectar desde determinado estado de conciencia, el cual nos permite evolucionar en una frecuencia diferente, impulsándonos hacia una Nueva Octava cromática y musical que fluye en la misma dirección del Universo.

Es posible advertir cómo las diferentes culturas conocieron la importancia de alcanzar un estado de Resonancia, que le permitía al iniciado establecer un contacto más allá de su plano físico, dicho estado siempre se vio asociado a ciertas sonoridades como: mantras, sonidos de la naturaleza o instrumentales. El logro de ese estado de Resonancia Armónica les aportaba equilibrio a nivel físico y emocional, por lo tanto también en todas las áreas de la vida recuperaban la armonía perdida.

Estas tradiciones también practicaban la curación a través de sonidos. Dicho enfoque ancestral consideraba al cuerpo como un gran instrumento, cual si fuese una caja de resonancia y por lo tanto tomaban conciencia de los sonidos afinados y desafinados. Los conocimientos que ellos utilizaban, les permitían ¨afinar¨ a nivel celular los desórdenes de información atrapada que afectaba a los distintos órganos. Esa información atrapada es lo que conocemos actualmente como enfermedades.

Desde mi perspectiva actual, es importante tener presente que la información se ordena primero en los planos sutiles antes de ¨tomar forma¨ en el cuerpo. Toda esa información distorsionada o desordenada en los planos sutiles, pasará a manifestarse de modo inadecuado y es lo que podríamos denominar como ¨INFOrmedades¨.

Actualmente es bien conocido a nivel médico-científico que tanto el cáncer como cualquier otra enfermedad, no es otra cosa que: células resonando fuera de control, con una información ¨disonante¨ que hace que las células no cumplan con su función original y hagan una tarea diferente a la que deberían cumplir.

El científico Gregg Braden ha documentado distintas curaciones mediante el sonido, en las que chamanes y místicos han logrado restablecer el nivel de resonancia correcto del órgano enfermo de una persona, logrando una curación de forma acelerada, algo que se denominaría en el discurso religioso: un ¨milagro¨.

Recientemente se ha redescubierto la importancia del sonido del Gong como un instrumento que influye positivamente en nuestro campo de resonancia. Esto ya era conocido en las civilizaciones antiguas de China, Egipto, Grecia e India, las cuales conocían los beneficios de estas frecuencias y vibraciones que armonizan el sistema nervioso, los órganos enfermos, hasta llegar a que cada célula recupere su afinación original. Muchas personas en todo el mundo implementan los ¨baños de Gong¨ para recuperar el equilibrio perdido favoreciendo el flujo interno de energía en los fluidos del organismo, logrando como primer objetivo ¨afinar su cuerpo físico¨, para después lograr un impulso genuino que favorezca la armonización del cuerpo emocional y de los cuerpos sutiles.

Al retomar el estudio de estas culturas iniciáticas, advierto que comprendieron la importancia de la música creada y utilizada en las ceremonias ¨Sacras¨, conocimiento que en las tradiciones nativas de todos los continentes practican y atesoran como “melodías sagradas” que transmiten de generación en generación.

Los Chinos enseñaban que la música provenía del cosmos. Entendían que escuchar y crear música nos conecta con El ¨Orden universal¨. Razón por la que esta actividad era considerada un arte sagrado. Tal era la importancia para el Imperio, que el emperador en persona viajaba especialmente por las distintas regiones y se encargaba de que todas las ¨orquestas¨ sonarán correctamente, de modo de mantener la armonía y el equilibro en el imperio mismo.

Los sacerdotes, místicos, músicos y chamanes en cada época, han logrado reconocer sonidos y frecuencias en ciertos intervalos, los cuales generan un tipo de música que los conecta y armoniza con planos sutiles. Por siglos han utilizado instrumentos debidamente afinados para conectar con la resonancia de la tierra y el cosmos. Cada evento importante de la naturaleza o situación que han querido valorar ha sido motivo de celebración. Por tal razón tanto los solsticios y los equinoccios en todas las culturas milenarias eran y continúan siendo celebrados con música. Es posible encontrar en actualidad como cada región expresa esta ¨conexión¨ de forma diferente pero con el mismo sentido. Son evidencias ejemplificadoras los Sikus en los Andes, las arpas en la India, sonidos de flautas en China, los tambores en África afinados con los sonidos de la naturaleza los que impulsan a que el humano se descubra como un puente que conecta la tierra con el cielo. Cuestión que profundizaré en los próximos capítulos de este libro.

En la India, la práctica del yoga, significa literalmente ¨unión¨ y está vinculada con el sonido primordial, el cual determina todos los sonidos en este plano. En el hinduismo este sonido primigenio conocido como el OM, es el sonido cósmico que impregna todo lo que conocemos en esta realidad de 3D. Poseemos esta capacidad de conectar mediante la voz en los cantos resonantes de los mantras así alcanzar este ¨nivel OM¨ sagrado.

Los cantos Gregorianos también fueron un ejemplo de este nivel de resonancia desarrollado desde la música sacra en occidente, utilizado por el catolicismo durante un corto período de tiempo y que llamativa y rápidamente fue suprimido por el vaticano. Una vez más, aquello que significó ¨abrir una puerta¨ al espíritu fue cercenado por la iglesia. El único modo de comprender esa prohibición, es que veían amenazada su labor de ¨religar¨ al humano a dios, usurpando la institución eclesiástica el lugar de ¨puente¨.

Por el contrario, la iglesia al mediar entre el hombre y dios, religa al humano a una realidad limitada, al establecer dogmas y preceptos que separan al hombre de su verdadera naturaleza, información dada mediante los conceptos de pecado y culpa.

En cambio la música nada tiene que ver con esos sentimientos de culpabilización, por el contrario como veremos más adelante tiene relación directa con nuestra naturaleza divina, ya que favorecen el proceso de atención que necesitamos para dirigir nuestra energía que ya fue sublimada, ambas nos pertenecen y muchas veces son manejadas externamente mediante diversas propuestas de entretenimiento o distracción que creemos elegir libremente.

Volviendo al Sonido de las Esferas, podemos advertir que no es casualidad que sea denominada la ¨Música de las esferas¨ o incluso la ¨Armonía de las esferas¨, haciendo referencia a la influencia que ejercen estos “cuerpos celestes¨ resonando en el universo y que inciden en nuestro plano en la tierra y en los seres que la habitan.

Si indagamos en el misticismo pitagórico, la palabra ¨armonía¨ era entendida y aplicada no solo en el área musical, sino en todo aquello que mantuviera las correctas proporciones entre las partes y el todo, ya sea en un sentido matemático como también ¨esotérico¨. Este concepto de armonía nos acerca a un axioma del saber egipcio atesorado en el escrito sagrado El “Kybalion”, conocido como el Principio de Correspondencia, que enuncia una estrecha relación entre lo de ¨arriba con lo de abajo¨. Tal Principio nos permite considerar esta simetría en perfecta común-unión dentro del ¨orden divino del cosmos¨. De éste modo establecemos el microcosmos del Ser despierto en conexión con el macrocosmos o Gran Conciencia que rige el universo, estableciéndose de esta manera una resonancia en perfecta coherencia armónica.

Hasta aquí he referenciando algunos postulados de tradiciones antiguas, con sus filosofías y praxis en relación al sonido, pero consideremos un hecho más reciente; un satélite de la NASA ha comprobado la veracidad de esta ¨Música de las Esferas¨, haciendo que aquello que parecía para muchos solo enunciados místicos, hoy sean una realidad palpable, logrando incluso grabarla y analizarla. Es posible leer en esta cita textual;


«Según este descubrimiento, la tradicional música de las esferas consiste
en un “ultrasonido solar” que interpreta una partitura formada,
según el satélite de la NASA, por ondas 300 veces más profundas que el sonido
de la más profundas vibraciones audibles por el oído humano,
con una frecuencia de 100 mili Hertz en periodos de 10 segundos.
Un hertz es la frecuencia de un fenómeno periódico cuyo periodo es 1 segundo.
El ser humano no puede escuchar sonidos de frecuencia
menor a 16 Hz (sonidos infrasónicos),
ni mayor de 20 kHz (sonidos ultrasónicos o supersónicos).»

Este descubrimiento científico realizado en 1998 confirma la veracidad de los postulados antiguos, donde el ¨arriba y abajo deben estar en armonía¨ requiriendo que el humano sintonice de forma consciente con este flujo, así resonar conscientemente mediante ciertas prácticas que fueron transmitidas por las distintas culturas iniciáticas del pasado, recordándonos hoy también la importancia de ¨afinar¨ primero con la resonancia de la tierra y después resonar con el cosmos.

Esta resonancia de la tierra es actualmente conocida por la ciencia y se la denomina Resonancia Shumann. Representa el latido mismo del planeta, que nos brinda un punto de referencia en este tiempo-espacio que es necesario atender y conectar de forma consciente, ya que el estilo de vida moderno ha hecho olvidar la importancia de esta conexión con la Madre Tierra, generando altos niveles de estrés y ansiedad. Consideremos que en estos años recientes la tierra ha sufrido grandes cambios en los niveles registrados, pasando de 7,8 Hz (que por siglos ha sido su frecuencia) a registrarse recientemente niveles superiores a 30 Hz. Esta elevación de los registros de frecuencia, afectan al humano de varias maneras, una de ellas en la percepción misma del tiempo, afectando también nuestra memoria ancestral.

Tengamos en cuenta que para lograr un estado de resonancia adecuado para establecer este recorrido en espiral, es clave comenzar por esta instancia de re-conexión con la nueva frecuencia terrestre.


¿Pero qué implica resonar?

Para comenzar, podemos decir que la resonancia fue descubierta en 1612 por Galileo Galilei mediante sus investigaciones con péndulos. Avancemos en la siguiente e interesante definición, que nos brinda Galilei y nos permite reconocer un punto de referencia en nuestro viaje;

«La Resonancia es la tendencia de un sistema a oscilar a máxima amplitud
de ciertas frecuencias, conocidas como las ‘frecuencias resonantes’.
En estas frecuencias aún fuerzas impulsoras pequeñas pueden producir
grandes vibraciones de amplitud porque el sistema almacena energía vibratoria.
Cuando hay poca amortiguación, la frecuencia resonante es aproximadamente
equivalente a la frecuencia natural del sistema, la cual es la frecuencia
de las vibraciones libres. El fenómeno resonante ocurre en todo tipo de vibraciones
y de ondas (mecánicas, electromagnéticas, etc.) y de funciones de ondas cuánticas».


Ahora bien, esto no ocurre solo en un laboratorio ni en las profundidades del universo, entonces será clave comprender que como seres multidimensionales, contamos con la capacidad de movernos en nuestros universos ya sea como energía (vibración) o como corpúsculo (materia), es decir, somos ¨onda y partícula¨ a la vez, cualidad que nos permite Resonar en diferentes planos.

Si bien, el humano dispone de esta capacidad desde que nace, no siempre está ¨alineado¨ o en armonía como para utilizarla, ya que al igual que un instrumento musical, el individuo debe estar afinado correctamente y es por esta razón que precisa aprender a alinear sus cuerpos: físico, mental y espiritual (que resuenan respectivamente en los planos 3D, 4D y 5D) así lograr la ¨coherencia armónica¨ necesaria que le permita resonar en los planos superiores o sutiles de forma unificada, favoreciendo de esta manera que la conciencia se expanda, alcanzando la vivencia de ¨totalidad¨. Esta Unificación del Ser se funde con la temporalidad, por lo que se logra extender el presente y saborear un nuevo estado de conciencia que los físicos han denominado ¨Campo Unificado¨.

Este es el momento preciso en que deseo recordarles que estamos ante la esencial situación de ser conscientes, porque nos encontramos en la antesala de nuestro proceso evolutivo, esta es una decisión que nos enfrenta a ir más allá de nuestra condición humana como unidades de carbono, frente a la oportunidad de asumir nuestra verdadera naturaleza divina como unidades de conciencia.


Bienvenid@s a este viaje















Introducción

«Percibir las vibraciones del espacio y entonarse
a éstas significa ponerse a uno mismo
en armonía con el espacio.
Si la persona está en armonía con el cosmos,
este resuena con ella, el cosmos encuentra
su resonancia en el ser.
Cuando uno toma conciencia de esto,
ha alcanzado dimensiones cósmicas.»
Hans Cousto


Es importante considerar que el término ¨persona¨ es una palabra que proviene del latín y tiene su etimología en; per-sonare, que significa ¨hacer sonar¨ o ¨resonar¨. Aunque algunos investigadores encuentran su origen en las máscaras que se utilizaban antiguamente en las obras de teatro, que permitían hacen resonar la voz en un nivel más alto así ser escuchada por el público, lo cierto es que va mucho más allá de esta interpretación que suele ser más aceptada.

¿Podríamos entender entonces que la ¨persona¨ es lo que denominamos el Ser? Claramente no. Ya que dicha persona deberá antes trascender todo lo que la conforma en su rol, identificaciones, apegos e incluso abandonar la máscara social, de ese modo descubrir su propio tono y vibrar de forma multidimensional en los tres niveles enunciados al principio de este libro (3D, 4D y 5D) de forma coherente y sostenida. Un acto de trascendencia hacia el “Ser” permitiéndole alinear el ritmo, la melodía y armonía.


¿Razonar o Resonar?

Por lo desarrollado hasta aquí, no creas que le he declarado la guerra a la razón, solo establecí un nuevo punto de encuentro. Te sugiero que hagas lo mismo mientras lees este libro, de esta manera te será más fácil atravesar los filtros de la percepción que te mantienen aferrado a este plano 3D sin poder percibir este universo cuántico que está al alcance de tu mano.

Seguramente sabes que venimos de un paradigma donde ¨lo racional¨ comanda tus decisiones, el dualismo cartesiano que define todo lo ¨razonable¨ solo desde dos variables sigue a la orden del día, por más que esté basado en falacias, o argumentos inconsistentes. Lo aparentemente ¨palpable¨ es lo que representa el modelo terminado de una realidad interpretada desde la racionalidad, seas consciente o no de lo que ocurra en tu vida en el plano físico, antes se plasma desde los planos sutiles, es lo que hoy la ciencia denomina el ¨universo cuántico¨.

Hace unos años estuvo muy de moda el secreto de la ¨ley de atracción¨, que no explicaba qué claves hacían funcionar ese mecanismo. Ya te habrás dado cuenta que con visualizarlo no alcanza, eso te dejaba atrapado en la dualidad de la mente entre lo real o imaginario. Los laberintos de los pensamientos te han convencido que razonas cuando realmente estás ¨rumiando¨ una idea o un problema siempre en dualidad, rebotando entre dos polos opuestos sin poder ver las dos caras de la moneda a la vez, desdibujando poco a poco la matriz inicial de tu deseo.

Desconectados de la Fuente

Históricamente se indujo al individuo a vivir desconectado de la Fuente; el “flujo en espiral” que impulsa la evolución en todos los planos, despertando la divinidad del Ser.

No es casualidad que los gobiernos y las religiones basaron siempre su doctrina en dogmas, mandatos y miedo, de modo de ¨desconectar¨ a la persona de su verdadero contexto, reduciendo aquello que comúnmente conocemos como ¨espiritualidad¨ a un puñado de creencias que condicionan a la persona a buscar afuera lo que debería descubrir dentro de su propia naturaleza.

Con este fin, los distintos grupos de poder han instrumentado durante siglos distintas acciones así ir ocultando estas referencias. Podemos advertirlo en la iglesia, que ha modificado calendarios alterando las referencias en los ciclos naturales y cósmicos, como también en las políticas de los estados que han ocultado sistemáticamente información y contaminado a generaciones completas aprobando alimentos tóxicos que alteran el PH y el equilibrio electromagnético en el cuerpo físico. Por esta razón es necesario restablecer este equilibrio EM, como lo enfatizo en los diferentes capítulos de este libro.

Por otro lado podemos observar cómo se fueron perdiendo las fechas precisas de las celebraciones y festividades que se denominaron como ¨paganas¨, las cuales mantenían el equilibrio con el ¨arriba y el abajo¨, me refiero a los equinoccios y los solsticios, como también a ciertas alineaciones de planetas que siempre han sido clave en todas las culturas que lograron vivir en una resonancia armónica, respetando de esta manera todos los ciclos de la naturaleza y accediendo a un estado de conciencia muy distinta al que nuestra sociedad conoce y valora.

Desde este mismo enfoque de ¨desconexión¨ podremos comprender en las próximas décadas, cuando se publique un informe de por qué Bill Gates y Steve Jobs criaron a sus hijos lejos de las tecnologías móviles y WiFi. Actualmente es sabido que estas tecnologías también interfieren el campo energético del humano.


Afinación establecida en el LA 440

Otro de los modus operandi del sistema de control para evitar el estado de resonancia armónica y la conexión directa con de la Fuente, fue interferir en los procesos de introspección y de autoconocimiento. Las referencias históricas nos brindan información clave. A mediados del siglo pasado el objetivo era la alteración del estándar de afinación musical, algo que se oficializó en 1953 por convención de los intereses gubernamentales globales, basados en supuestos intereses musicales de la incipiente industria discográfica que comenzaba a promover al jazz en los Estados Unidos, argumentando que el jazz sonaba mejor en la afinación LA 440.

Desde hace varios años, se ha descubierto que la correcta afinación musical corresponde a la frecuencia del LA 432 y no del LA 440, que sigue siendo el estándar de afinación desde hace décadas. Algunos investigadores encuentran que esta idea inicial surgió en el nazismo como sistema de control de masas, pero fue implementado como norma global casi 15 años después de finalizada la segunda guerra mundial.


¿Cuál es la diferencia entre la frecuencia LA 432 Hz y el LA 440 Hz?

El LA 432 Hz, durante mucho tiempo fue un punto de referencia en la afinación musical que permite establecer un balance sónico con la naturaleza, equilibra el ¨adentro y el afuera¨ del individuo, logrando alcanzar un estado de unidad desde el corazón, permitiendo expandir su campo de resonancia. Se ha comprobado que tiene efectos profundos en la conciencia y en la resonancia celular e incluso modifica el ADN, permitiendo el ¨despertar¨ de los segmentos inactivos, es entendible entonces que debido a su importancia lo mantuvieron oculto durante décadas.

Consideremos entonces otros aspectos vinculados con el número 432. Uno de ellos, es que está asociado a la raíz cuadrada de la velocidad de la luz, ya que se acerca notablemente a ésta, siendo la misma 431,6.

Por otro lado, la afinación en el LA 432 está siendo redescubierta por especialistas y científicos que han advertido que esta frecuencia vibra en la espiral de oro PHI unificando de esta manera las propiedades de la luz, el tiempo, el espacio, la materia y la gravedad, impulsando la experiencia hacia la singularidad del ser.

Un estudio realizado por la erudita en música, Maria Renold quien publicó en su libro “Intervalos, escalas, tonos y afinación de concierto”, describe minuciosamente los diferentes efectos de afinación en el LA 440 Hz y 432 Hz sobre los oyentes. Esta investigación que realizó tomando un muestreo sobre miles de personas en varios países de los distintos continentes a lo largo de 20 años, logró evaluar cómo se sentían al escuchar cada una de estas frecuencias. La experta concluyó que el 90% ha preferido la afinación LA 432 Hz. describiendo la experiencia relacionada a sensaciones como; “perfeccionado, correcto, pacífico y soleado”. Esta última percepción de “soleado”, me ha llamado poderosamente la atención, ya veremos más adelante que tiene un especial sentido en nuestro abordaje. En cambio, los oyentes describieron la afinación en 440 Hz. como la percepción de un sonido “incómodo, opresivo, de mente estrecha”.

Según los resultados de la experiencia anterior debemos tener presente que ambas afinaciones impactan de forma opuesta en nuestro cuerpo físico y en el psiquismo. Otros enfoques científicos han llegado a las mismas conclusiones, como podemos reconocerlo en la Cimática, ¨la ciencia que hizo visible el sonido¨. Hace algunos años se han realizado experimentos con un instrumento llamado CymaScope, verificándose los efectos benéficos de la afinación en el LA 432 Hz. en el agua. Tengamos en cuenta que nuestro organismo está compuesto por un 70% de fluidos, por lo tanto podemos entender que el agua recibe positivamente esta frecuencia, al ser un mediador natural de información.

Esta dinámica de intercambio de información en el medio líquido, se genera a nivel celular y energético, interviniendo como mediador o receptor, propiedades que fueron redescubiertas por el científico de origen Japonés Masaru Emoto, quién lo dejó registrado en su libro ¨Mensajes ocultos del agua¨. Del mismo modo, su colega Francés Jean Pierre Garnier Malet redescubrió una ancestral forma de conectar con nuestra naturaleza espiritual. Garnier Malet propone al agua como vehículo de comunicación con el ¨doble cuántico¨ o nuestra conciencia expandida en Unidad.

Estos estudios de diversas disciplinas científicas nos muestran la incidencia vital del agua, no sólo como elemento indispensable a nivel fisiológico y biológico, sino revalorizando el esencial rol del agua en la transmisión de vibraciones, sonidos e información.

No es casualidad ni un dato menor que esto sale a la luz en esta Nueva Era que estamos iniciando, es decir; en La Era de Acuario.

Existen otros estudios realizados en las últimas décadas, sin embargo son muy escasamente difundidos. Tal es la incidencia de dichas investigaciones, que es fácil adivinar las razones por las cuales se nos limiten el acceso a estos informes, lo que dejaría expuesto es que este cambio de afinación redundaría efectiva e inevitablemente en nuestra evolución consciente.

Es inocultable que tal salto evolutivo no es de interés para las grandes organizaciones mundiales que realizan esfuerzos para interferir en la evolución. La elección del estándar LA 440 Hz. es la muestra y comprobación de tal esfuerzo, al que se sumó la industria musical también manejada por dichas corporaciones, años más recientes se le suma la industria del entretenimiento, y la sobrecarga de información de medios de comunicación masivos. Claramente lo han adoptado con un claro objetivo, ya que representa el distractor perfecto; “el LA 440 ancla a la persona en la mente y en los procesos superficiales, evitando que se alcance el impulso suficiente que le permita al individuo ¨adentrarse¨ en un camino más profundo en su conciencia y despertar espiritual.


¿Qué sucede cuando pensamos con el corazón?

¿Te has preguntado por qué el corazón puede vivir sin cerebro, pero el cerebro no puede vivir sin corazón? No es una casualidad de diseño biológico. Consideremos el hecho que el corazón es el primer órgano que se forma en el embrión y el último órgano que deja de funcionar cuando se produce la muerte. Hay personas que viven ¨artificialmente¨ con un derrame cerebral, pero no pueden vivir cuando el corazón se detiene.

Es importante destacar que el corazón no es solo un órgano que bombea sangre en nuestro organismo como sostuvo la medicina llamada ¨moderna¨ durante muchos años, hoy la ciencia está redescubriendo aspectos que ya eran conocidos intuitivamente en el pasado.

Claramente nuestra cultura ha sobrevalorado al cerebro como el órgano que comanda nuestras decisiones, sin embargo gracias a los avances en el campo de la Neurocardiología, se ha demostrado que el corazón posee un (SNI) Sistema Nervioso Intrínseco, muy complejo, compuesto por más de 40.000 neuronas e interneuronas conformando un circuito que permite reconocerlo como ¨un cerebro¨, ya que mantiene cierta independencia de lo que conocemos como ¨razón¨ y que se la suele asociar o localizar en la cabeza.

Los descubrimientos realizados por el Instituto HeartMath han demostrado que el corazón genera el campo electromagnético más grande producido en el cuerpo, los latidos pueden llegar hasta otros corazones y establecer un tipo de comunicación diferente, no verbal.

Es curioso como el corazón es científicamente denominado como; ¨El oscilador de cristal líquido del pecho¨, ya que las membranas biológicas que lo conforman son una forma de cristal líquido, altamente elásticas y donde convergen fluidos. También se ha demostrado que éste órgano tiene inteligencia y memoria. Tengamos presente que el término ¨recordar¨ viene del término re-cordis, que significa ¨pasar la experiencia de nuevo por el corazón¨. Esto lo han demostrado las diferentes experiencias relatadas en los trasplantes de corazón, en las que siempre se generan nuevas memorias en los pacientes que han recibido un órgano vía trasplante. Hay suficientes relatos en los que cuentan que al tiempo de realizados los trasplantes comienzan a percibir recuerdos, memorias, tendencias, incluso ciertos gustos, que no eran propias de la persona con anterioridad.

Esto pone en jaque el concepto que tenemos sobre la ¨mente¨, que se suele asociar como una función del cerebro. Pero ¿por qué?


Comunicación entre el corazón-cerebro:

Los descubrimientos recientes han determinado cuatro formas de como se establece esta comunicación:


a) Comunicación bioquímica: Ocurre mediante las hormonas y neurotransmisores. El corazón produce la hormona ANF, conocida como la hormona del equilibrio u homeostasis.

b) Comunicación neurológica: Ocurre mediante la transmisión de impulsos nerviosos. Hoy se sabe que el corazón envía más información al cerebro de la que recibe, es el único órgano del cuerpo que posee esta propiedad.

c) Comunicación energética: Hoy se ha comprobado que el campo electromagnético del corazón es el más potente de todos los órganos del cuerpo, es 5.000 veces más intenso que el del cerebro, por esta razón tu campo de resonancia radica en este centro.

d) Comunicación biofísica: Esto ocurre mediante ondas de presión que generan una frecuencia que se conoce como ¨coherencia cardiaca¨, que está directamente vinculada con las emociones positivas. Ya veremos que esta coherencia es clave en todos los niveles que emprendamos.


La coherencia cardíaca en un universo interconectado

Por todo lo mencionado, podemos comprender que los sabios del pasado estaban en lo cierto: sabían con certeza que para establecer un nivel superior de conciencia es necesario lograr amplificar este campo magnético ubicado en el corazón y expandir una dinámica energética toroidal.

Esta comunicación establecida desde el corazón es lo que Kart Pribam denominó como ¨Dominio espectral¨, accediendo a una forma de ¨energía-conciencia¨ que envuelve al espacio y al tiempo y que formaría la base para nuestra comprensión de “El Todo¨, enfoque conceptual, al que Gregg Braden denominó la ¨Matriz Divina¨.


El Camino del Corazón

Comenzar a transitar este camino implicará que la persona ¨resuene¨ más allá de la máscara del ego, por más clichés espiritualizados que adopte, si no ha comenzado a expandir su conciencia y su campo de resonancia, no establecerá esta conexión desde su esencia divina, ya que desde la inercia mental de las creencias solo obstaculiza ese contacto interior.

Este proceso entonces, requerirá ¨afinar¨ al Ser que despierta como un instrumento en sintonía con la tierra y el cosmos; esto no es algo que se hace desde la ¨cabeza¨, ya que no es una técnica ni una receta de la que el ego rápidamente se aburre, sino que implicará adentrarse a un viaje muy profundo y revelador, quizás el más desafiante de todos, el que implica centrarse en el corazón. Emprendiendo el viaje que los místicos y chamanes del pasado han llamado, ¨el Camino del Corazón¨, sólo desde allí es posible acceder a ese epicentro de resonancia en nosotros, que nos permite expandir nuestra conciencia más allá de la mente dual.

Este camino también fue conocido por los Sufíes, quienes denominaron a este centro ¨Crista Terminalis¨ ubicándolo en el corazón, como un puente que nos conecta con la conciencia misma del universo. Esto mismo inspiró al mismísimo Leonardo Da Vinci a buscar en las disecciones de corazón y que tan fielmente ha dibujado, mucho antes que las universidades de medicina europeas enseñaran las funciones de este órgano.

Una de las enseñanzas claves que Jesús transmitió a sus discípulos, habla sobre la Metanoia, la cual muchas veces se tradujo como ¨nueva mente¨ o ¨arrepentimiento¨, cuando realmente hizo referencia es a ir ¨más allá de la mente¨ (meta = más allá, nous = mente), atravesando los procesos de la razón y la dualidad misma que nos anclan en el psiquismo, siendo el camino más difícil de recorrer para el humano que ha cruzado mares, desiertos y hasta el espacio exterior, pero tratará de evitar el mayor desafío de realizar el viaje desde su propia mente hacia el corazón, el centro mismo de su esencia.

El Nazareno lo enfatizó en la siguiente frase: ¨El Reino de los cielos, está en medio de vosotros¨. Si aspiramos a una comprensión profunda de estas palabras, descubriremos que nos habla de un lugar “central“, que topológicamente encontramos entre los tres chakras superiores y los tres chakras inferiores, que no debemos asociarlo solo con el chakra cardíaco, sino con el corazón mismo.


El corazón tiene razones que la razón no comprende

Los sabios del pasado comprendieron que era necesario decidir encontrar cada respuesta en su interior, nunca se limitaban a buscar, sino que enfocaban su conciencia en ¨encontrar¨. Diferencia que no es tan fácil detectar, hay que escuchar y escucharse, advertirás que no es lo mismo!. Ellos comprendieron de forma empírica que su conciencia estaba en el corazón, pudiendo así percibir “la realidad en unidad” accediendo de esta manera, tanto a la comprensión misma del problema como a la solución.

Este ¨conocimiento silencioso¨ cómo lo llamaban los Toltecas o el saber subjetivo al que hago referencia, será fácil de reconocer si observas que es el mismo que utilizan los artistas, los científicos, los músicos, los místicos y hasta los niños, todos ellos experimentan intuitivamente y saben que siempre la respuesta que esperan vendrá del corazón, siendo éste, la puerta de entrada al Espíritu. Los místicos y chamanes antiguamente aprendieron intuitivamente a Corazonar, centrándose en su naturaleza divina. Este modo o método introspectivo que también usaron los filósofos, les permitió reconocer ¨las dos caras de la moneda¨ simultáneamente, logrando una visión completa de la escena a evaluar, yendo más allá de los filtros de la percepción de la mente que nunca deja de interferir para que podamos reconocer como ¨Respuesta¨ aquello que sentimos en nuestro interior.

Estos místicos aprendieron a subir un peldaño en su percepción cada vez que lo necesitaron, algo que Albert Einstein expresó magistralmente cuando dijo ¨Ningún problema puede ser resuelto en el mismo nivel de conciencia en el que se creó¨, esto implica que ciertas respuestas no pueden provenir de la mente racional porque es allí precisamente donde se generó el problema. La mente dual nos muestra solo la cáscara de la situación, desde una sola perspectiva, para lo que se requiere aprender algo sumamente importante: “observar” desde distintos ángulos, integrando distintas capas de información que no estamos acostumbrados a percibir. La clave será pensar con el corazón y sentir con la mente.

El proceso de Crear algo nuevo entonces, requiere siempre de posicionarse desde el saber subjetivo y en una segunda instancia habrá tiempo y herramientas para validar los datos.


Recuperando tu ¨voz y voto¨

Aquella persona que ¨haga sonar¨ y resonar su esencia desde su corazón, sentirá que comienza a despertar de un profundo sueño, e irá recuperando su voto; aquel que ha depositado afuera en quienes representan su voz ausente, en un mundo donde solo puede crear aquello que le indican los falsos deseos proyectados. Vemos esto mismo en lo que Wilhelm Reich denomina; el ¨pequeño hombre¨: aquel que se funde en las masas, gritando con ellas para sentir un ajeno protagonismo, regalando su fuerza vital una y otra vez sin lograr fundar su propia realidad.

Las personas que no han comenzado a resonar desde el corazón, son como un perro que no sabe hasta dónde llega la cadena que lo mantiene en ¨su límite”, un día estará sin las cadenas y seguirá sintiendo que está en ese radio de limitación donde siempre se ha movido. Esto significa, que no solo necesitamos romper las cadenas que nos limitan, sino cruzar los límites desde nuestras propias certezas, las cuales iremos corazonando.

Es importante destacar desde el inicio de este libro, que es importante definir la ¨pregunta correcta¨ y dirigirla al corazón, aspecto que también abordé en mi anterior libro ¨Evolución Consciente¨. No implica repetir constantemente en tu cabeza el problema, sino definir a donde deseas llegar, sin esperar ayuda externa ya que dispones de los recursos y respuestas en tu interior. A medida que entrenes tu enfoque y serenidad, accederás a esa Llave que te permitirá abrir la puerta correcta y cruzar hacia donde deseas.

En este libro encontrarás una serie de referencias científicas, místicas, simbólicas y arquetípicas del estado de Resonancia que es clave alcanzar, dispondrás también de ciertas pautas que te permitirán ir ¨afinándote¨ como un instrumento que resonará de forma coherente el todos los planos.



Comencemos

Bienvenidos a este viaje!


Christian Franchini

Espirales y Singularidad

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Coherencia Armónica

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Camino en Espiral

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El Mapa de la Iniciación

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Números Mágicos

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El Verbo Creador

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Campo Unificado

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Conclusión

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Sobre el Autor

Bio

Christian Franchini ha nacido en la ciudad de Ezeiza, provincia de Buenos Aires, Argentina. Es escritor e investigador de la nueva conciencia desde hace más de 30 años. Es músico y realizador de cine. Actualmente dicta cursos y talleres (presenciales y on-line) sobre Geometría Sagrada y disciplinas vinculadas al despertar espiritual, como también participa en distintos eventos espirituales como expositor en los cuales transmite ciertos temas basados en su investigación y publicaciones.

Desde temprana edad sintió una especial necesidad de encontrar aquel mítico Camino en Espiral que conduce a un estado de conciencia que nos conecta con la gran Fuente de Amor a la que llamamos Dios, intuyendo la existencia de un propósito personal que cada ser debe descubrir, así acceder a una Evolución Consciente.

Ha recorrido distintas disciplinas, desde ciertas técnicas de Bioenergía, Yoga, Gemoterapia, Kung Fu, Alquimia, etc. también ha recibido formación directa en Gnosticismo, Cosmovisión Andina, Aikido y Teosofía.

Realizó diversos viajes iniciáticos en Argentina que le permitieron conocer distintos maestros que le brindaron ciertos conocimientos esotéricos y acompañaron en profundas experiencias místicas. También ha viajado en distintas oportunidades a los Andes, donde tuvo acceso a comunidades nativas en Bolivia y Perú, donde fue iniciado en el Sacerdocio Andino. Comunidades originarias del sur de Chile y Argentina le han abierto sus puertas y brindado enseñanzas claves en su recorrido espiritual.

Investigó profundamente durante años el Mapa de la Iniciación, atesorados en los mitos de las diferentes culturas, accediendo de esta manera a los arquetipos que guardan aquellas ¨figuras simbólicas¨ que operan en el plano inconsciente del Ser, impulsando de esta manera la evolución hacia un nuevo estado de conciencia, ya conocido por los Gnósticos, Esenios, Cátaros, Toltecas, Incas, Egipcios, etc.

Estudió profundamente la Geometría Sagrada en las diferentes tradiciones místicas, desarrollando un acercamiento diferente a esta disciplina desde una teoría y práctica implicativa, permitiendo experimentar un ¨Presente Extendido¨ como un estado de conciencia desde donde es posible acceder al conocimiento silencioso, transmitido por las distintas culturas iniciáticas.

Ha desarrollado una disciplina de autoconocimiento a la que denominó Metafísica Cuántica, basada en enseñanzas chamánicas, principios de la física cuántica y filosofía Hermética del antiguo Egipto, la cual le permite al individuo descubrir su esencia y ordenar su propia realidad, alineando sus 4 pilares fundamentales.

En el 2002 fundó el Centro Gnóstico Millenium, con el objetivo de crear un espacio donde investigar y difundir estos conocimientos claves en este nuevo tiempo que estamos transitando.

Ha participado en diferentes eventos espirituales en Argentina y en el exterior como expositor, presentando distintas líneas de su investigación que viene transmitiendo en diversos artículos espirituales, cursos, talleres, membresías y en sus libros.

Actualmente está enfocado como realizador de cine independiente frente a su productora Kuteq Films, ganando premios en festivales internaciones de cine indie con su Film Vitruvian

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