Carl Jung y la Alquimia

La investigación de Carl Jung de los antiguos textos de alquimia, permitió comprender la dimensión espiritual de esta antigua tradición Hermética que ha tenido por objetivo desde siempre, liberar al hombre de la materia sublimando su propia naturaleza primal.



¿Qué es la Alquimia?


Nadie hoy puede negar la importancia que tuvo la alquimia en el pasado, siendo la precursora de la propia química, un área fundamental de la ciencia. Todos los procesos que hoy conocemos en el laboratorio fueron utilizados de forma rudimentaria por los distintos alquimistas de antaño que llegaron a elaborar en sus precarios laboratorios complicadas sustancias que van desde el ácido sulfúrico, el agua destilada y un largo etc.

Muchos científicos destacados del pasado fueron alquimistas, podemos citar a Newton y Paracelso entre otros, hoy sabemos que la historia siempre quiso ocultar estas referencias, sencillamente porque la alquimia atesora muchos más secretos de los que nos imaginamos, ha iluminado a la humanidad desde su origen desde el antiguo Egipto, transmitida por Hermes (el tres veces grande) creador de esta ¨ciencia con conciencia¨ transmitida solo a quienes tenían la responsabilidad y una alta moral que garantizara una correcta utilización.

Durante siglos, este ancestral saber llegó a distintas latitudes, como ser; China, América, Arabia y de allí a Europa ya entrada la edad media, cuando la iglesia perseguía y mataba sistemáticamente a quienes atesoraban estos conocimientos sagrados, por esta razón fueron transmitidos por mucho tiempo mediante un complejo lenguaje simbólico que apasionó a muchos investigadores, uno de ellos fue el célebre psiquiatra suizo; Carl Gustav Jung.




Jung y la Alquimia

En sus últimos años, Jung reconocería la importancia de adentrarse en la investigación de la Alquimia, siendo la ¨bisagra¨ que le permitió comprender en toda su dimensión el gnosticismo cristiano y su simbología.

Este acercamiento se debió a la solicitud de su amigo Richard Wilhelm, de escribir el prólogo de su libro: ¨El secreto de la flor de oro¨ un compendio de la antigua tradición taoísta china, abordando el arquetipo del mandala y ciertas referencias místicas que inspiraron años más tarde en lo que sería su concepto de Individuación y en toda su Psicología Analítica que estaba comenzando a ordenar.

De este estudio que le demandó 16 años, Jung comprendió que una de las finalidades del ser humano era su transformación en un ser unificado alcanzado el Self o Sí-Mismo, un logro que solo sucede cuando nos adentramos en los arquetipos colectivos e individuales así decodificar el mensaje subjetivo en nuestro propio inconsciente, un aspecto que profundizó en su libro titulado ¨Psicología y alquimia¨ publicado en 1944, en el cual profundizó sobre la vida anímica, difusa y misteriosa que trasciende el individuo hacia su propia psique, representado en el viaje que propone la alquimia como camino espiritual hacia una profunda transformación, denominada ¨trasmutación¨, ya que los aspectos físicos y psíquicos del alquimista son ¨renovados¨ por su propio trabajo interior, iniciado en el atanor.


Los arquetipos en los textos alquímicos

Jung ya había comprendido antes de abordar estos textos, que la alquimia siempre fue un viaje espiritual que emprendieron ciertas almas valientes, verdaderos místicos que fueron profundamente trasnformados en su conciencia.

Su estudio en estos temas, lo obsesionó por décadas, ya en 1940 había logrado adquirir más de 200 manuscritos antiguos de alquimistas europeos, los analizó durante años adentrándose en la compleja simbología que guardaban estos textos, no tardó en descubrir que estas imágenes arquetípicas que evocaban los alquimistas se asemejaban mucho a las descripciones de sus pacientes de sus sueños, plagados de símbolos oníricos y complejas alegorías que evidenciaban el mismo ¨escenario¨ aquella memoria colectiva a la que llamaría años más tarde ¨Inconsciente colectivo¨.

La Alquimia como ¨arte regio¨, nos invita a llegar a la esencia más profunda de nuestro ser, hasta la unificación del alma que de algún modo puede ser rescatada mediante un proceso alquímico. Este viaje esta representado en muchos mitos y alegorías, podemos reconocerlo en el ¨infierno de Dante¨, quien debió emprender un recorrido iniciático, un trayecto que partía desde el cuadrado de las formas densas, emergiendo poco a poco hasta la iluminación del ser, en un proceso de lo que hoy denomina como ¨sublimación¨, el cual ha inspirado el tagline de mi film Vitruvian, ¨La Magia se Revela solo a quienes se Rebelan¨.


De la Alquimia a la Psicología Analítica

A medida que su investigación sobre la alquimia avanzaba en aquellos años, Jung encontró ciertas claves fundamentales que eran comunes en los distintos textos, ciertos arquetipos, símbolos, procesos y hasta fases que tenían mucho que ver con del desarrollo psíquico y la unidad del ser como proceso a alcanzar. Estas etapas descriptas en este complejo lenguaje simbólico, estaban planteada en un 3 + 1, es decir, tres escalas que permiten alcanzar ese ¨oro alquímico¨ qué siempre hacían alusión a la conciencia iluminada del alquimista, como un Ser integrado en su conciencia divina. Pero veamos cuales eras estas tres escalas a grandes rasgos y como inspiró en Jung años más tarde.


Nígredo. Es la Primera etapa del trabajo alquímico. Es la etapa más densa y oscura del todo el proceso comprende a Saturno, siendo aquel plomo a transmutar que comprende la ¨putrefacción de los elementos¨ en un profundo color negro. Jung descubrió que esta etapa estaba asociada al aspecto más oscuro de la psique humana, implica todas aquellas cuestiones que negamos mirar en nosotros, como ser miedos, emociones dolorosas… es decir todo aquello que nos condiciona en nuestro desarrollo. Es la materia prima del alquimista, a medida que las descubre deberá reconocerlas, diferenciarlas y transmutarlas así comenzar a integrarlas mediante distintos procesos, conocido como ¨solve et coagula¨ (disuelve y coagula).


Álbedo Es la segunda etapa del trabajo alquímico. Es cuando se comienza a divisar el ¨alba espiritual¨, estaba asociado al color banco que se va unificando en el crisol, es la reconciliación de los opuestos. Jung hace referencia al ¨ánima¨ y ¨animus¨ los arquetipos del eterno femenino y el eterno masculino respectivamente, que deben equilibrarse en el alquimista en un arduo trabajo heroico sobre las proyecciones de este ¨opuesto complementario¨ así lograr integrarlo en su propia naturaleza, etapa que se denominaba las ¨bodas alquímicas¨.

Rúbedo Tercera etapa del trabajo alquímico. También llamada la ¨obra en rojo o dorado¨ es el encuentro con la totalidad, permitiendo acceder a ese ¨Unus Mundus¨ un misterioso estado de unidad con el Todo, el espíritu, el alma y el cuerpo están en una misma resonancia.
El adentro y el afuera se manifiestan en común-unión y el universo comienza a responder en sincronicidad (ya hablaré de esto en otro post). Jung comprendió esta etapa del proceso de la alquimia, como el centro del Ser, siendo la misma referencia en distintas culturas, que transmitían esta enseñanza como una forma de llegar al centro del Mandala o el centro de la Flor de la Vida nunca como una técnica, sino como un Camino en Espiral, qué es lo que conocemos hoy como camino espiritual, al que Jung lo denominó ¨camino serpenteado¨ ya que nunca es recto.

Estos mismos pasos desarrollados por los alquimistas, describen el mismo proceso que utilizó Carl Jung en su Psicología Analítica, permitiendo al individuo emprender el recorrido hacia la individuación.

Estas etapas él las denominó: Purificación, Integración y Unión en una clara referencia a la piedra angular de su investigación; la Alquimia.


La Gran Obra en la Alquimia


Podemos decir que La Gran Obra del Alquimista, aquel Opus Alquímico representaba un proceso de transformación del Carbón al Diamante, el cual exige soportar una enorme presión, solo así podrá acceder a un nuevo estado de conciencia de Unidad que el Ser descubre después de un profundo ¨Viaje Espiritual¨ emprendido, desde lo denso de la materia (el cuerpo físico) hasta lo sutil del espíritu (cruzando el puente entre el alma y el espíritu) liberando de esta forma aquella mítica ¨chispa divina¨ atrapada en la materia. Jung llamó a esta etapa Self o Sí-Mismo, la plena conciencia del ser despierto de su naturaleza divina.

Pocos años antes de morir, Jung diría que esta etapa significaba haber descubierto a ¨Dios en nosotros¨ siendo el momento donde el Opus Alquímico se había completado ¨coronando¨ al Ser Individuado. Cabe destacar entonces, que la Psicología Analítica no está basada un enfoque alquímico superficial, sino que nos propone realizar un viaje interior de profunda transformación, el cual requiere enfrentar nuestras propias sombras, integrar los opuestos, desarrollar nuevos potenciales y re-encontrarnos en nuestro propósito como seres en totalidad, una tarea ¨heroica¨ que no te brindará ninguna canalización, como atajo en este recorrido.

Si deseas conocer más sobre la Alquimia, podrás leer este otro artículo vinculado que publiqué en el Centro Millenium clic aquí.

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By Christian Franchini
Publicado el 21 de Mayo del 2020


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