Crista Terminalis y el Camino del Corazón

Desde tiempos remotos en todas las culturas ancestrales existió la certeza de que el Ser ¨despierto¨, podía vincularse con aquella gran Conciencia a la que llamamos Dios, cruzando un ¨puente¨ entre el microcosmos y macrocosmos en perfecta común-unión, proceso que nunca se establece desde la mente, sino desde el corazón. Te invito a seguir leyendo este post ;-).


Saliendo del laberinto


Ya no es posible concebir que el humano permanezca por más tiempo en estado de desconexión con la fuente y con el planeta (su madre tierra) pretendiendo alcanzar una conciencia expandida y descubrir su verdadera naturaleza desde una ¨superficialidad¨ impulsada desde todos los frentes que utiliza el poder encubierto.

Claramente la sociedad moderna necesita de autómatas en piloto automático que mantengan en movimiento el engranaje del estilo de vida consumista como única premisa de ¨felicidad¨ pre-fabricada, hoy cada vez más personas comienzan a descubrir la trampa, aunque muchos no saben todavía cómo salir del laberinto..

Muchos reconocen que se encuentran sumergidos en un mundo de dualidades y falsos estándares de belleza y seguridad, inducidos a perseguir zanahorias que la mente identifica como objetivos de vida hacia una felicidad ¨ideal¨, anestesiando de esta manera el sentido mismo de existencia, cuando lo verdaderamente necesario es descubrirnos en nuestro propósito para saber quiénes somos verdaderamente debajo de la máscara social. Ahora bien, no podemos suponer que nuestra vida biológica y existencia son sinónimos, no todos estarán dispuestos a diferenciarlo, pero si te interesa conocer un enfoque diferente sobre el sentido de la naturaleza humana que trasciende lo biológico así acceder a nuestro Puente Sagrado que nos vincula con aquella gran Conciencia a la que llamamos Dios.


Pienso y luego existo…?


Siempre me pregunté que había algún tipo de trampa en esta premisa de Descartes que ha formateado nuestra cultura desde hace siglos, no debería ser… primero ¨siento¨ y después existo…? No podemos contemplar nuestra existencia sin sentirnos a nosotros mismos como seres despiertos y auto-conscientes, ya que la mayoría de las veces (por no decir siempre) nuestros pensamientos son reflejos o proyecciones de las creencias adoptadas.

Después de todo, los artistas, místicos y científicos literalmente ¨sienten¨ como una revelación, la obra de arte o la ecuación matemática que se hace presente en un estado de conciencia más allá de la razón. Seguramente habrás experimentado lo que menciono, ya que no se trata de un ¨fenómeno¨ que solo le ocurre a genios o santos, sino a quienes se animaron a cruzar el límite establecido por los mandatos de turno en busca de una ¨respuesta¨ en su interior. Un aspecto que profundizo en mi tercer libro ¨Creatividad en tiempos de pandemia¨.

Este sentir que hice referencia, no tiene que ver con las ¨emociones¨ fácilmente manipulables, sino con aquel ¨Amor Platónico¨ tan mal entendido en nuestra cultura, un término tiene su origen en lo enseñado por el filósofo griego Platón como un estado de conciencia de amor a cultivar, manifestando ese ¨vínculo de unión¨ hacia todas las conciencias, así ir alcanzando paulatinamente un estado de resonancia cada vez más alto en sintonía con el universo, que solo es posible desde el corazón.

Distintas disciplinas esotéricas permitían en el pasado emprender este viaje, como lo enseña la Geometría Sagrada, que nos permite realizar este viaje a través de los sólidos platónicos, trascendiendo las densidades de la materia hasta lo sutil del espíritu, donde el Octaedro representa este epicentro que es necesario balancear de forma consciente, logrando que ¨lo de arriba y lo de abajo¨ armonicen en nuestro tiempo-espacio, accediendo de esta manera, a la premisa ancestral que muchas veces se hace referencia.


¿Qué buscaba Leonardo da Vinci en el corazón?


Esta es una pregunta que se hicieron muchos investigadores en distintas épocas, como es el caso de Francis Wells, un cirujano cardiotorácico del hospital Papworth en Cambridge, en Inglaterra, lleva años analizando y estudiando los dibujos de anatomía de Leonardo da Vinci y no pudo comprender cuál era el interés real de su investigación, considerando que Leonardo era un artista y un arquitecto, no un médico.

En su libro “El corazón de Leonardo“, el Dr Well no solo hace referencia sobre la precisión de sus dibujos de hace 500 años, también destaca sobre sus descubrimientos en cuanto a la circulación sanguínea, la constitución y funcionamiento de los ventrículos, si se hubiera publicado su obra hace 250 años, habría revolucionado la cirugía como disciplina médica, tuvieron que pasar muchos siglos para que este legado sobre anatomía viera la luz.

Pero volviendo a la pregunta inicial sobre ¿Qué buscaba Leonardo en el corazón?, desde otras fuentes de investigación he logrado comprender que al gran genio de Da Vinci fue motivado en su investigación no solo descubrir los aspectos morfológicos y sistémicos, sino la de encontrar aquella ¨Crista Terminales¨, la sede misma del Espíritu que los Alquimistas conocieron como la ¨chispa divina¨ que atesora el corazón, razón por la cual es el primer órgano en formarse en el feto y el último en dejar de funcionar cuando el ser fallece.

Hoy todos sabemos que se puede vivir con ¨muerte cerebral¨ pero no es posible vivir, mucho menos existir… cuando la sede de la conciencia se ¨apaga¨, es decir el Corazón.


Del Chamanismo a los Sufíes


Ya lo decía Don Juan Matus, en las ¨Enseñanzas de Don Juan¨, quien transmitió los misterios Toltecas a un estructurado investigador, un joven llamado Carlos Castaneda, un antropólogo que solo quería realizar un trabajo de campo sobre el chamanismo, la casualidad quiso que se cruzara con este sabio que lo tomó como aprendiz, poniendo en jaque todos sus preceptos científicos. En una de sus primeras transmisiones le recomendó que encuentre un ¨camino con corazón¨ así llegar a ser un hombre de sabiduría¨, accediendo de esta manera al ¨conocimiento silencioso¨ que solo se revela de esta forma.


Los Inkas también hicieron referencia sobre la importancia de vibrar en el corazón (llamado Sonco en Quechua) el cual era comprendido como nuestra ¨caja de resonancia¨ que nos permite acceder a ese Puente o Chakana conectándonos con el ¨mundo de arriba¨ expandiendo nuestra naturaleza divina, quizás para algunas personas es solo una pintoresca metáfora pero no lo es.

Otras tradiciones han tenido este conocimiento sagrado y lo han representado de diferentes maneras desarrollando distintas formas de expresar esta conexión con la Tierra y con el Cosmos en un sentido muy simple y práctico que reflejaban en su vida diaria, como lo hace desde hace siglos la orden Sufí Oweisi, que enseña que lo primero que se forma en el feto es la Crista Terminalis ubicada en el corazón, siendo este un puente o antena que permite conectarnos como conciencias despiertas con el Sol y con el centro de la galaxia.


Las enseñanzas de Jesús


Cuando más indagamos en el antiguo saber ancestral de todas las culturas en todos los tiempos y latitudes, confirmamos que ya sabían de la importancia del corazón como centro, siendo la puerta que nos conecta a nuestra auténtica naturaleza divina (en un próximo post hablaré de la llave) las parábolas de Jesús abundan estos mensajes que reflejan aquellos conocimientos gnósticos que los Esenios impartían a sus iniciados.

Una de las referencias transmitidas por Jesús, podemos encontrarla en este versículo;
Mateo 12:33-35 – Edición Reina Valera Contemporánea (RVC)


Si el árbol es bueno, también su fruto es bueno; pero si el árbol es malo,
también su fruto es malo. Al árbol se le conoce por sus frutos.
34 ¡Generación de víboras! ¿Cómo pueden decir cosas buenas, si son malos?
Porque de la abundancia del corazón habla la boca.
35 El hombre bueno saca cosas buenas del buen tesoro de su corazón;
el hombre malo saca cosas malas de su mal tesoro.


Por otro lado, Jesús siempre hizo referencia del Reino de los Cielos a encontrar dentro de nosotros, no como algo externo que llegará sin que tengamos que hacer nada. Sabemos que la iglesia católica transmite justamente todo lo contrario a la ¨buena noticia¨ del Nazareno.

En mis libros, abordo ciertos aspectos teóricos y prácticos que tienen que ver con lo desarrollado en este post. Profundizo el proceso de cómo ir expandiendo nuestro campo de resonancia desde el corazón, incrementando nuestra energía magnética, permitiendo de esta manera que la conciencia también se expanda y ocurra algo clave en nuestro desarrollo espiritual, comenzar a recordar… que curiosamente esta palabra tiene origen en el latín, re-cordis es decir ¨volver a pasar por el corazón¨.

Si deseas profundizar más en estos temas, te invito a que te suscribas a mi canal de YouTube donde subiré próximamente nuevos videos ;-)

By Christian Franchini
Publicado el 12 de Feb del 2020



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